Manuel “N”, uno de los presuntos autores materiales del asesinato del líder agrario de la comunidad indígena de San Lorenzo Azqueltan, Marcos Aguilar, fue vinculado a proceso por un juez en Colotlán de homicidio calificado y tentativa de homicidio, también le dictó un año de prisión preventiva y a la Fiscalía estatal le dio seis meses para que desahogue la investigación completa.
Un grupo de comuneros se dio cita a las afueras de los juzgados orales de Colotlán, a casi dos horas por carretera de San Lorenzo Azqueltan, para extender mantas y lanzar consignas como medida de presión para que el juez no fuera a dejar en libertad al detenido, pese a las pruebas y testimonios recabados.
“La presencia de los compañeros fue para que no hubiera la misma impunidad con que se ha desarrollado un conflicto que tiene 10 años, desde que la comunidad reclamó en juzgados la titulación de 39 mil hectáreas de sus tierras ancestrales”, dijo uno de los manifestantes, contento tras la decisión del juzgador.
El primero en caer
El 26 de noviembre pasado, hombres armados asesinaron a Marcos Aguilar y dejaron lesionado por golpes y disparos a su hermano Gabriel, en el predio El Caracol, dentro del territorio comunal de Azqueltan, ubicado en el municipio de Villa Guerrero, al noroeste de Jalisco.
Según las denuncias de múltiples testigos de la agresión, Manuel “N”, en compañía de Esteban “N”, José “N”, Víctor “N“ y Abraham “N”, fueron los agresores pero sólo se logró detener al primero, quien también resultó herido al parecer por fuego cruzado de sus propios compañeros. Los comuneros han acusado al particular Juan Aguilar, quien reclama como propio el polígono El Caracol, de ser el que contrata a los presuntos gatilleros.
En casa de él, denuncian, se reúnen de forma periódica los señalados, pese a que supuestamente están prófugos.
En su denuncia, los comuneros también acusan que ese grupo armado se convirtió, con la complicidad de policías locales y estatales, en una guardia blanca que actúa de forma impune, que los ha invadido y despojado de parte de su territorio, que los ha amenazado, desaparecido, golpeado y ahora, asesinado.






