El insólito caso de Érika: préstamos post mortem en Río de Janeiro

Una mujer intenta obtener un préstamo con el cadáver de su tío en un banco de Brasil.

En un episodio digno de una película de suspense, una mujer en Río de Janeiro intentó llevar a cabo una maniobra digna del mejor Hollywood. Érika de Souza Vieira Nunes apareció en un banco con su tío Paulo Roberto Braga, un hombre septuagenario, en una silla de ruedas. Hasta aquí, podría parecer una escena familiar de apoyo, pero las apariencias engañan.

Con una mano en el cuello de Paulo y la otra sosteniendo una pluma, Érika intentaba que firmara los documentos para retirar un préstamo. Sin embargo, algo olía a podrido, y no era el pescado de la cafetería del banco. Los empleados y los clientes se dieron cuenta rápidamente de que Paulo no estaba precisamente en condiciones de firmar nada. Y no, no estaba teniendo un mal día; había fallecido horas antes.

Érika, con su desesperado intento de manipular a Paulo como si fuera una marioneta, buscaba aprovecharse de la situación. Pero, ¿cómo no iba a estar desinteresado Paulo? Después de todo, llevaba varias horas «en el más allá».

Los empleados del banco, más astutos que Sherlock Holmes en una biblioteca, llamaron a la policía. Los agentes llegaron en tiempo récord y confirmaron el fallecimiento de Paulo, sin necesidad de una investigación forense.

Érika, en lugar de conseguir los 17 mil reales (aproximadamente 54,688 pesos mexicanos) que pretendía, se encontró con las esposas puestas y una cita con el ministerio público. Ahora enfrenta cargos por «malversación de fondos y difamación de un cadáver». Parece que su jugada maestra para obtener un préstamo con tasa preferencial no le salió como esperaba.

Este incidente nos recuerda la importancia de la integridad en los trámites bancarios y la necesidad de estar alerta ante posibles fraudes. Como dice el refrán, «no todo lo que brilla es oro», y en este caso, no todo lo que parece un préstamo es legal.

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