La primera empresa de tequila para la que trabajó Carmen González no duró mucho. El dueño corría en su auto los jueves; si ganaba, le pagaba a ella ya los otros empleados; si no lo hacía, esperarían semanas por un cheque de pago.
Era 2008, una época en que la industria de las bebidas alcohólicas había convertido a su estado natal, Jalisco en la estrella de una de las exportaciones más famosas de México, pero las mujeres más destacadas en el campo eran las que aparecían en las vallas publicitarias, con poca ropa.
“Como mujer, como química, no me miraban bien”, dice. Como analista de laboratorio, se le encomendó verificar todo, desde el contenido de azúcar del jugo de agave hasta la prueba del alcohol destilado. Cuando le negaron un aumento por encima de su salario de 100 dólares a la semana, se fue. Ahora, 15 años después, es la maestra tequilera (maestra destiladora) en Casa Del Sol Spirits, parte de una lista creciente de compañías de tequila que no solo están elevando a las mujeres sino que también basan sus decisiones comerciales en torno a sus necesidades.
Solo 11 de las 174 destilerías de tequila registradas estaban dirigidas por mujeres en 2022, según el Consejo Regulador del Tequila nacional, que regula la producción. (Otras destilerías, llamadas palenques , producen mezcal en una escala más artesanal).
Las mujeres, por supuesto, han estado involucradas en el tequila y el mezcal durante siglos. Históricamente, plantaron semillas y prepararon alimentos para los jimadores (cultivadores de agave), recuperaron la holgura en la línea de producción embotellando lotes y, como dice la leyenda popular, pasaron sus productos de contrabando al mercado y llevaron el dinero a salvo a casa. Pero como las economías de escala llevaron a grandes operaciones industriales con una supervisión gubernamental más estricta, las oportunidades que una destilería familiar más pequeña podría ofrecer a las mujeres no siempre surgieron.
Casa Del Sol ha hecho de la inclusión un valor fundamental. La marca fue fundada en 2021 por el director ejecutivo Steph Sebbag y sus cuatro socias, todas mujeres con participaciones accionarias, incluida la actriz y productora Eva Longoria.
“Mucho del tequila que ves en los estantes es de fabricación mexicana, pero no es propiedad de mexicanos”, dice Longoria, señalando que había sido cortejada para tomar un tequila desde su aparición en Desperate Housewives .
La empresa, que tiene sedes en California y Jalisco, se ganó su “sí”, dice Longoria, en gran parte por su equipo de mujeres. Eso incluía a las de México, que conocían a los actores de la industria adecuados para navegar la producción, y las mujeres de los Estados Unidos, que sabían cómo comercializar un bien de lujo en eventos como Art Basel Miami Beach y el rodeo de Houston.
“Podemos concentrarnos en construir esta marca que tiene un propósito”, dice ella. “Significa mucho más que, ‘Oye, hagamos dinero rápido con un tequila’. ”
Desde que George Clooney vendió Casamigos a Diageo Plc por mil millones de dólares en 2017, todos, desde Dwayne “the Rock” Johnson hasta Nick Jonas , Kendall Jenner y Diddy, han buscado sacar provecho del auge del tequila. Jim Cramer tiene un mezcal , al igual que Aaron Paul y Bryan Cranston de Breaking Bad .
Este robo de efectivo de celebridades llama la atención, pero los consumidores desconfían cada vez más de la apropiación cultural. Es significativo que las mujeres mexicanas y mexicoamericanas estén comenzando a labrarse una parte del patrimonio cultural de su país.
En 2022, se exportaron 4 mil 100 millones en tequila desde México, un 116 por ciento más que mil 900 millones en 2019, según datos del Banco de México.
- Los estadounidenses absorbieron el 81 por ciento de esto , según el regulador nacional del tequila, y las mujeres superaron a los hombres en el consumo. El valor de las exportaciones de mezcal más que se duplicó, de 74.2 millones a 162.5 millones, en el mismo período.
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