Casa Dragones se ha distinguido por ser punta de lanza en cuanto a destilados de lujo se refiere. Lo tenían muy claro en su primera expresión, cuando comenzaron su historia con un tequila joven, posteriormente uno blanco y un añejo Barrel Blend en 2020. Hoy, la destilería dirigida por Bertha González Nieves –primera Maestra Tequilera del país–, realiza una innovación única en el mercado al experimentar el añejamiento en barricas japonesas.
No se trata de cualquier madera. Las barricas son hechas a partir de Mizunara, un roble más escaso que el europeo y el americano. “Buscamos inspiración por todas partes. Lo que han logrado los whiskys japoneses es algo increíble y empezamos a estudiarlos muy de cerca para ver cómo están innovando “, comenta Bertha González. “Gracias a ellos conocimos la barrica Mizunara, un roble de madera mucho más rebelde que solo crece en el norte de Japón. Así contactamos a una familia que lleva tres generaciones produciendo estas barricas para que nos vendieran dos y comenzar a experimentar”.
Casa Dragones comenzó a importarlas desde Japón en 2018 y experimentar con ellas hasta alcanzar el punto deseado para su primer tequila reposado. El resultado es una copa que ofrece delicadas notas de sándalo y de flor de naranja en la nariz, con notas equilibradas de roble y chabacano en el paladar, y un final largo con notas de granos de café y especias.
Además de innovar con sus procesos en barricas japonesas, Casa Dragones ha sido reconocido por tener el método de producción de tequila má sustentable en la industria.
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